sábado, 13 de agosto de 2011

“Una edad natural para el destete”


por Katherine Dettwyler, PhD

Departmento de Antropología,
Texas A and M University

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Mi investigación ha tratado de las distintas variables de “historia de vida” (tales como duración de la gestación, peso al nacer, tasa de crecimiento, edad de la madurez sexual, edad de aparición de los dientes, expectativa de vida, etc) en primates no-humanos, para luego revisar como estas variables se relacionan con el tiempo del destete en estos animales. Los primates son nuestros parientes más cercanos en el reino animal, especialmente los gorilas y chimpancés, quienes comparten más de un 98% de sus genes con los seres humanos. Me encontré con una serie de predicciones sobre cuándo los humanos deberían destetar “de forma natural” a sus hijos sin considerar las reglas culturales con las que cargan. (…)

En las sociedades donde los niños son amamantados “todo lo que ellos desean”, generalmente se auto-destetan (sin discusiones o traumas emocionales) entre los 3 a 4 años de edad. El interés por encontrar una edad natural para el destete también proviene al notar que otros animales tienen edades “naturales” de destete, alrededor de 8 semanas en los perros, 8-12 meses en los caballos, etc. Presumiblemente, estos animales no tienen creencias culturales acerca de cuándo debiera ser apropiado.

De esta manera tenemos los siguientes resultados:

1. En un grupo de 21 especies de primates no-humanos (monos y simios) estudiados por Holly Smith, ella encontró que los descendientes eran destetados cuando obtenían su primer molar permanente. En humanos, eso debiera ser a los 5.5-6.0 años.

2. Comunmente los pediatras apelan que el tiempo de gestación es aproximadamente igual al tiempo de amamantamiento en muchas especies, sugiriendo un destete a la edad de 9 meses para los humanos. Sin embargo, esta relación resulta afectada por cuán largos son los individuos adultos. Entre más largo sea el individuo adulto, más grande será la distancia en el tiempo de amamantamiento versus el tiempo de gestación. Para chimpancés y gorilas, los dos primates más cercanos en talla a los seres humanos y también los más cercanos genéticamente, la relación es de 6 a 1. Esto quiere decir, ellos amamantan a sus descendientes SEIS veces el tiempo de gestación (el cual es 6,1 años para chimpancés y 6,4 para gorilas, donde los humanos están entremedio de la talla de estos dos). En humanos, debiera ser 4,5 años de lactancia materna (seis veces los 9 meses de gestación).

3. Los pediatras también suelen apelar que la mayoría de los mamíferos destetan a sus crías cuándo han triplicado su peso de nacimiento, sugiriendo un destete a la edad de 1 año en los humanos. Una vez más, esto se ve afectado por la masa corporal en los individuos adultos dado que, los grandes mamíferos amamantan a sus crías hasta que han cuadriplicado su peso al nacer. En los seres humanos, cuadruplicar el peso de nacimiento ocurre entre los 2,5 a 3,5 años, generalmente.

4. Un estudio en primates mostró que las crías eran destetadas cuando ellas alcanzaban cerca de un 1/3 del peso de un adulto. Esto ocurre en los seres humanos entre los 5-7 años.

5. Una comparación entre la edad de destete y la madurez sexual en primates no-humanos sugiere que el destete debiera ocurrir entre los 6-7 años en los humanos (cerca de la mitad del tiempo antes de alcanzar la madurez sexual).

6. Algunos estudios han demostrado que el sistema inmune de un niño no madura completamente hasta cerca de los 6 años de edad, y es sabido que la leche materna ayuda al desarrollo del sistema inmune y lo suplementa con anticuerpos maternos durante todo el tiempo que dure la producción de leche materna. (al menos hasta los dos años, no se han hecho estudios en la composición de la leche materna pasados los dos años post-parto).

Y así podría seguir y seguir. Según los datos, la edad mínima predicha para un destete natural en humanos sería a los 2,5 años con un máximo de 7 años.

En términos de los beneficios que genera una lactancia materna prolongada, hay numerosos estudios que comparan bebes amamantados con aquellos que son alimentados con biberón en términos de la frecuencia con la que se enferman, y también su desempeño intelectual. Los bebes amamantados tienen menos riesgo de enfermarse y mayores coeficientes intelectuales (C.I.) que los bebes alimentados con biberón. Además, a un mayor período de lactancia, mayores son estos beneficios. Por ejemplo un bebé amamantado por 1 año se enferma menos que uno amamantado por sólo 6 meses, pero ambos se enferman menos en relación con el bebé que nunca fue amamantado. Estos estudios se han hecho en relación a enfermedades gastrointestinales, del sistema respiratorio superior, esclerosis múltiple, diabetes, enfermedades cardíacas, etc. Del mismo modo, los bebes amantados de forma prolongada alcanzaban los más altos puntajes en los test de C.I. (Es importante mencionar que estos estudios sólo han sido hechos con bebes amamantados hasta los 2 años de edad, es posible que los beneficios continúen en el tiempo, ya que el cuerpo de la mujer “no sabe” cuándo es el cumpleaños del bebé para comenzar repentinamente a producir leche con un bajo nivel nutricional e inmunológico) (…)

Claramente, los bebes nacidos en EEUU no se ven expuestos a todas las enfermedades, parásitos y contaminación del agua en comparación a los bebes nacidos en países del tercer mundo. En EEUU tenemos comidas más suplementadas en las cuales podemos confiar que son seguras y están limpias. Podemos inmunizar a nuestros hijos con las vacunas, y darles antibióticos para las infecciones cuando es necesario. El hecho que ”podamos” no significa que amamantar es menos importante. Bebes amamantados siguen presentando ventajas en relación a los alimentados con fórmulas, incluso en ambientes súper limpios e higiénicos con un maravilloso sistema de salud. Son niños que se enferman menos, más inteligentes y felices. Otro importante punto a considerar es que a lo largo del tiempo, son capaces de seguir manteniendo su apego emocional a una persona en vez de cambiarlo forzadamente por un objeto inanimado como un osito de peluche o una mantita. Yo pienso que esto determina una etapa para una orientación basada en lo vivo o en las personas, en vez del materialismo, lo cual me parece muy bueno. De la misma forma, no puedo imaginar vivir a través de la primera infancia sin esa estrecha conexión amorosa para un niño que atraviesa enormes cambios, algunos de los cuales son muy frustrantes para los niños. Podría seguir comentando, pero lo dejaré hasta aquí.

Espero que esto haya sido de ayuda. Estas ideas están desarrolladas con muchos más detalles y ejemplos en mi capítulo “Una edad para el destete” en Breastfeeding: Biocultural Perspectives, (Lactancia: Perspectivas bioculturales) publicado por Aldine de Gruyter.

Preparado 3 de Agosto, 1995. Editado en 10 de Febrero, 1997.

http://www.kathydettwyler.org/detwean.html [extraído en 07-Ago-2011]

Traducido por Lorena Mercado