domingo, 29 de mayo de 2011

Tiempo en una botella



Por Beth Bailey Barbeau

El tiempo es frecuentemente una “complicación médica” no nombrada y desagradecida, que acosa la mayoría de los nacimientos que actualmente ocurren en instalaciones médicas. Considerando el ritmo vertiginoso de la cultura moderna Norteamericana, quizás no es inesperado que el tema del tiempo está teniendo un nunca antes visto y y cada vez un más peligroso y desastroso efecto en el embarazo, parto y recuperación post-parto.

El tiempo se convirtió primero en un asunto en los embarazos atendidos por personal médico, cuando la fecha de parto es establecida, ecografías al inicio son ahora la autoridad de rutina sobre cuando el bebé debe nacer. Sin importar lo que el sentido personal de la madre dice o la determinación de sus fechas. Esta fecha es críticamente importante, ya que es la base para determinar las expectativas médicas de cuándo el parto debiera ocurrir. Percepciones del periodo de ventana normal de nacimiento, se han visto reducidas desde “2-3 semanas más o menos de la fecha probable de parto” a “fijemos tu inducción si es que no has dado a luz a las 40 (o incluso 39) semanas”. Es muy común actualmente para las madres ser inducidas a lo que se piensa son las 39 o 40 semanas, pero que en realidad son 37-38 semanas de gestación, como se evidencia claramente por el peso del bebe y signos de su desarrollo. Las consecuencias negativas de esta opción a menudo aparecen en el periodo inmediato de post-parto, comúnmente dejando a los padres solos para manejar estos cambios por si mismos, sintiéndose aislados y responsables.

Estos bebes tempranos pueden estar estables al nacer pero deben luchar contra asuntos de insuficiencia para crecer desde las dos semanas de edad. Esto puede conllevar un efecto dominó. Perdiéndose el desarrollo total de las almohadillas de grasa en sus mejillas, lo que lleva a una succión débil y por consecuencia una inhabilidad para sacar la grasa descargada en la última porción de la leche materna. Estos bebes están bien mientras la leche esté ampliamente rebosante basado en las hormonas de la placenta, pero alrededor de las dos semanas de vida el abastecimiento de leche se vuelve dependiente del sistema “abastecimiento-demanda”, el cual requiere que el pecho sea regularmente vaciado de leche. Bebes con una succión débil no son capaces de lograr esto y obtienen insuficiente leche, causando una reducción de la cantidad de leche producida por falta de suficiente estimulación. A menudo, el (la) pediatra sugerirá suplementarlo con fórmulas lácteas contribuyendo a la disminución de la demanda por el abastecimiento de leche. Esta desafiante cascada puede también cargar a la familia con una confusión de pezón para el bebé, confirmando que la madre “no tiene suficiente leche”, desplomando la confianza de la mujer en su rol de madre.

Beth Bailey Barbeau, Matrona tradicional, ha estado enamorada con el nacimiento y los bebes por más de 30 años. Además de fundar Indigo Forest (www.VisitIndigo.com), ella es además docente en el instituto Naturopático de Mt. Pleasant, Michigan, para el programa certificado de compañía integral del Parto. [Nota del editor: Esto es un extracto de un artículo, el cual aparece en Midwifery Today Issue 97, Primavera 2011.] Foto provista por el autor.

Extraído de http://www.midwiferytoday.com/articles/TimeInABottle.asp en [16-05-2011]
Traducido por Lorena del Pilar Mercado López

sábado, 28 de mayo de 2011

Violencia obstétrica, Venezuela. (Ley nacional de violencia contra la mujer N 26.485)


"La violencia obstétrica es un término legal que describe los delitos y violaciones por parte del personal de salud en contra de los derechos de una mujer embarazada que esté en trabajos de parto. Algunas de dichas violaciones incluyen la «atención mecanizada, tecnicista, impersonal y masificada del parto".

Uno de los factores que se repiten en la protección de los derechos de la mujer embarazada es la obligación del personal de salud de obtener consentimiento informado antes y durante la atención del parto

EDITORIAL

Violencia obstétrica

Gidder Benítez Guerra1

1Editor - Director. Profesor Agregado. Cátedra de Clínica Obstétrica "A". Facultad de Medicina UCV.

El 25 de noviembre de 2006, al celebrarse el Día Internacional de la No Violencia a las Mujeres, la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela aprobó la Ley Orgánica sobre el Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Esta
sustituyó a la Ley sobre la Violencia contra la mujer y la familia de 1998 y fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 38 647 de fecha 19 de marzo de 2007(1). Esta nueva Ley tipifica 19 formas de violencia contra la mujer, siendo la más novedosa la violencia obstétrica (2).

Los aspectos relacionados con la violencia obstétrica se difundieron con rapidez entre los médicos, generando muchas dudas entre los gineco-obstetras.
Muchos argumentaron que esta Ley le permite a las pacientes hacer peticiones sin fundamento, relacionadas con la vía del parto o negarse a determinados procedimientos interfiriendo de esta forma la adecuada ejecución de su trabajo y el Estado, en lugar de crear una Ley que los sancione por ejercer su profesión, debería realizar mejoras sustanciales en los hospitales que garanticen una óptima atención a las embarazadas.

La Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela, rectora de la especialidad en el país, en cumplimiento de lo establecido en su Estatuto, tomó la iniciativa de realizar jornadas para la información y contenido de la Ley. Estas jornadas se diseñaron de tal forma que trataron los aspectos médicos y jurídicos y se celebraron los días 11 y 12 de julio de 2007 con la asistencia de 104 profesionales de diferentes hospitales de Caracas (3).

En la XXI Jornada Nacional de Obstetricia y Ginecología, celebrada en la ciudad de Mérida del 31 de octubre al primero de noviembre de 2007, se realizó una conferencia plenaria sobre la Ley y en el XXIV Congreso Nacional, realizado en Maracaibo del 11 al 14 de marzo del presente año, se trató nuevamente y se analizó desde la perspectiva médica.

No obstante, muchos médicos no conocen bien esta Ley, los actos que se consideran violencia obstétrica y las sanciones que establece.

Sin pretender ser abogado, al analizar el texto de la Ley, es evidente que los médicos son quienes tienen los conocimientos pero deben informar a las pacientes y sus actuaciones estarán determinadas por los medios disponibles.

El artículo que se refiere a los actos de violencia obstétrica reza: .." existiendo los medios necesarios para..." y "previo consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer" (2).

"Artículo 51
Se considerarán actos constitutivos de violencia obstétrica los ejecutados por el personal de salud, consistentes en:

No atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas.

Obligar a la mujer a parir en posición supina y con las piernas levantadas, existiendo los medios necesarios para la realización del parto vertical.

Obstaculizar el apego precoz del niño o niña con su madre sin causa médica justificada, negándole la posibilidad de cargarlo o cargarla y amamantarlo o amamantarla inmediatamente al nacer.

Alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo, mediante el uso de técnicas de aceleración, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.

Practicar el parto por vía de cesárea, existiendo condiciones para el parto natural, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer".
"En tales supuestos, el tribunal impondrá al responsable o la responsable, una multa de doscientas cincuenta (250 U.T.) a quinientas unidades tributarias (500 U.T.), debiendo remitir copia certificada de la sentencia condenatoria definitivamente firme al respectivo colegio profesional o institución gremial, a los fines del procedimiento disciplinario que corresponda".

Si bien es cierto que en Venezuela existe una gran demanda de atención médica, que en la mayoría de los hospitales públicos y privados no existen los medios para el parto vertical y en las escuelas de medicina no se enseña este tipo de parto; tampoco es menos cierto que muchos médicos usan en forma indiscriminada oxitócicos en pacientes que no los necesitan, realizan cesáreas sin indicación precisa y sólo en muy pocas ocasiones utilizan el consentimiento informado a pesar de reconocer su gran importancia.

Muchas pacientes desconocen que tratamiento recibieron porque no se les informó y si esto se hizo fue con términos y expresiones que no entendieron.

Existen además otros actos no tipificados, aparentemente inadvertidos, que con el paso del tiempo tienden a convertirse en norma y que son inaceptables. Estos son el trato poco cortés, la falta de interés por preservar el pudor de las pacientes y la confidencialidad de los datos aportados por ellas; así como referirlas a múltiples centros hospitalarios, sin causas justificadas.

Debemos cumplir a cabalidad lo establecido en nuestro Código de Deontología(4) y no debemos omitir el consentimiento informado, pues constituye un derecho de todo paciente y está consagrado en la Constitución y las Leyes de la República(5) .

El Consentimiento informado nos libera de consecuencias previsibles pero no nos exonera de mal praxis médica por negligencia, impericia, imprudencia e inobservancia de las normas.

REFERENCIAS

1. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Nº 38.647. 19 de marzo 2007.
2. Ley Orgánica sobre el Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
3. Toro Merlo J, Zapata L. Reseña de las Jornadas "El ginecoobstetra ante la Ley Órgánica sobre el Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Rev Obstet Ginecol Venez. 2007;67:213-214.
4. Código de Deontología Médica. 1985. Cap.3. Art.69.
5. Uzcátegui O, Toro Merlo J. Consentimiento informado. Rev Obstet Ginecol Venez. 2008;68:1-4.

martes, 17 de mayo de 2011

Plan de Parto Subversivo


Esta es una nota que apareció en pagina de facebook de grupo Sr. Ginecólogo, si Ud. sabe parir mejor que yo, Adelante, como una respuesta a la falta de cumplimiento y seriedad que los hospitales le están dando a los planes de parto que las mujeres presentan.


Dice asi su texto:


Visto el trato tan malo que nos han dado a algunas en nuestros partos, lo conservadores (por no decir otra palabra) que se ponen con el protocolo en ciertos hospitales y lo variopinto de las respuestas que recibimos cuando presentamos un plan de parto, he decidido liarme la manta a la cabeza y presentar un plan bien explícito, que no deje lugar a dudas acerca de mis convicciones y deseos.

Podemos comenzar con un saludo tradicional y, a continuación, pasar a exponer nuestras ideas (aquí van sin orden ni concierto), por ejemplo:

- No deseo parir tumbada patas arriba: esta posición, además de humillante, es incómoda y dificulta el parto. Si usted, señor doctor, quiere estar cómodo durante mi parto, con gusto le prestaré mi almohadita cervical o le daré el teléfono de un buen fisioterapeuta. Pero a la hora de parir, me colocaré como me dé la gana, que para eso soy la que está en ello. ¿O usted haría el pino yendo de público a un circo para ver a los acróbatas del revés directamente, sin esfuerzo por parte de ellos? Pues eso.

- Quiero deambular durante la dilatación: no se preocupen, no pienso hacer el camino de Santiago, simplemente denme libertad de movimiento y no me molesten. Estaré por el pasillo.

- Déjenme ingerir líquidos durante la dilatación. Y no me digan que no puedo por si acaso hay que intubarme, porque por esa regla cualquiera de ustedes debería vivir en ayunas, no vaya a ser que tengan un accidente en plena calle y requieran anestesia... ¿Se imaginan tener que ayunar durante horas antes de salir de vacaciones, por si tienen un golpe con el coche?

- No me induzca el parto para terminar en la fecha y hora que a usted le convengan: puede usar sus poderes mentales para intentar convencer a mi hijo por telepatía de que salga, pero nada de meterme oxitocina a chorro sólo porque a usted le venga bien. Si tiene prisa por irse de fin de semana o a cazar, con gusto esperaré a que comience el turno otro profesional más serio.

- No me rasuren: si ustedes quieren ver señoritas depiladas, en Internet hay muchas páginas dedicadas al particular. Si a mí me incomoda el vello, lo llevaré arregladito de casa. Ah, ¿que es por el riesgo de infección? Pues no sé yo, doctor, si esos pelarros largos que tiene usted en los brazos son de PVC... Mmmh, ¿que dice que es para ver la zona donde tendrá que coserme? Pase entonces, por favor, al punto siguiente.

- No se le ocurra cortarme: vine con mis genitales intactos y es mi intención llevármelos en el mismo buen estado de revista. Si usted quiere usar la tijera, puede cortar unas guirnaldas o farolillos con los que decorar el paritorio para dar la bienvenida a mi hijo.

- No me pongan enema: si encuentro desagradable la posibilidad de "hacérmelo" delante de ustedes, yo misma me pondré un microenema en casa. Pero absténgase de molestarme con esas fruslerías durante mi trabajo de parto. Si les incomodan los residuos biológicos, harán bien en cambiar de empleo.

- No quiero tactos: sólo los mínimos imprescindibles. Adjunta encontrará la foto de mi amigo John, jugador profesional de baloncesto, que se ha ofrecido gentilmente a hacer un tacto rectal a cada persona que intente hacerme un tacto innecesario. Por supuesto, les mandará la factura por sus servicios al término de los mismos. No le den las gracias, John es así de bien dispuesto, además de medir dos metros diez.

- No me hablen como si tuviese tres años: entiendo perfectamente lo que me dicen y me gusta decidir por mí misma; sé que es un vicio feo y molesto, pero es lo que tiene haber sido criada en democracia.

- No hablen de chorradas mientras nace mi hijo: para ustedes será el trabajo de cada día, pero para mi familia es un momento sagrado. Me importa tres narices si su equipo de fútbol ganó o perdió, si la vecina del quinto pone la música alta o si su madre ha comprado una freidora buenísima. Si quisiera escuchar tonterías, pondría la tele. Cállense.

- No interfieran en mi lactancia: mi bebé no necesita leche de vaca nada más nacer, sino estar con su madre (que soy yo, por si no les había quedado claro), así que nada de biberones. Si algún miembro de su equipo tiene complejo de Ganímedes y quiere servir un refrigerio, agradeceré nos traigan la carta de vinos para escoger el más adecuado.

- No se metan en mi forma de criar: los enfermeros y enfermeras que nos visiten durante nuestra estancia en el hospital harán bien en abstenerse de proferir comentarios del tipo de "¿pero otra vez con él al pecho? Eso es vicio", "Pero, mamá, si de ahí no sale nada, toma, dale un biberón" o "No te lo metas en la cama, que luego no salen hasta que se van a la mili". En mi entorno hay un viejo aforismo: "La que quiera criar, que se preñe". Con gusto explicaré a esos profesionales las opciones a su alcance para embarazarse con un lenguaje ampliamente comprensible (es más, hay una versión "exprés" de esa charla que se resume en sólo tres palabras; las dos primeras son "que" y "te", pero me ahorro la tercera porque mis padres criaron una hija muy fina).

Et voilà, ahora cerramos con una despedida divinamente educada, sacamos todas las copias que estimemos oportunas y ¡hala!, ya tenemos nuestro propio plan de parto políticamente incorrecto. Por supuesto, podemos personalizarlo en función de nuestras necesidades, añadiendo o quitando lo que consideremos oportuno. Y que nadie diga que no hemos sido bastante claras.


domingo, 15 de mayo de 2011

Preguntas para los médicos


¿Cuál es su filosofía del parto? ¿Qué tipo de cuidados prenatales ofrece? ¿Está a favor de qué tipo de preparación para el parto? ¿Considera que la buena nutrición y el ejercicio son importantes y me puede dar consejos al respecto? ¿Recomienda un curso de preparación para el parto? ¿De qué tipo? ¿Qué tipo de pruebas realiza durante el embarazo y antes del parto? ¿Lo puedo localizar fácilmente si lo necesito? ¿Cuántos parto ha asistido? ¿Dónde? ¿Dónde recibió su formación? ¿Se queda con las mujeres durante todo el parto, o sólo llega al final? ¿Acepta auxiliares/acompañantes de parto/doulas? ¿Qué le parece que estén presentes familiares, amistades y niños/as durante el proceso del parto? ¿Qué porcentaje de sus clientes...caminan durante el proceso del parto?... pueden parir en la posición que escojan?...comen o bebe durante el trabajo de parto?...prescinden de medicamentos?...prescinden de episiotomías?....pueden coger a sus bebés en los brazos y amamantarlos al nacer?....¿Bajo que circunstancias usa medicamento e intervenciones quirúrgicas, y que porcentaje de tiempo usa...el suero intravenoso?....la rotura artificial de membranas?...los monitores electrónicos?...la oxitocina para iniciar o acelerar el parto?...el misoprostol (prostaglandinas)?...la episiotomia?...los fórceps?...las cesáreas? ¿Quién lo reemplaza si no puede estar en las visitas prenatales o durante el parto y el alumbramiento? ¿Esas personas comparten sus creencias? ¿De acuerdo a mi plan de salud, cuáles son sus honorarios por los cuidados prenatales y el parto vaginal?¿Y por una cesárea? En el caso de que ya hubiese tenido una cesárea, ¿me aconsejaría tratar de tener un parto vaginal?
¿Con cuánta frecuencia voy a verlo después de que nazca mi bebé?

Pronto! Preguntas para las matronas!

viernes, 13 de mayo de 2011

Bebes amamantados: “Desarrollan menos problemas de conducta"






Por Jane Hughes Reportera de Salud, BBC Noticias

“Desconocemos si esto es producto de la composición de la leche materna o la relación tan cercana que se desarrolla con la madre en el amamantamiento” Autores del estudio

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Niños que son amamantados por cuatro meses o más desarrollan menos problemas de conducta, según investigadores de la Universidad de Oxford.

El estudio, que involucra 10.000 madres con sus respectivos bebes y a la revista Archivos de enfermedades en la niñez, dice que esto puede ser a causa de la composición de la leche materna. También se dice, que el amamantamiento puede llevar a mejorar la interacción madre-bebé

Amamantar es asociado actualmente con otros beneficios para la salud de los lactantes, incluyendo bajas tasas de infecciones y menos obesidad en su vida adulta.

Los investigadores pusieron atención en los hábitos alimenticios de 10.037 madres e hijos, involucrados en un gran estudio conocido como Millennium Cohort Study. (Estudio de la Cohorte Milenio).

Problemas de conducta

Se le solicitó a las madres con hijos de 5 años, reportar estados de ansiedad y aferramiento, periodos de intranquilidad, y conductas como mentir o robar.

Sólo el 6% de los niños que fueron amamantados mostraron señales de problemas de conducta, comparados con un 16% para los niños que fueron alimentados con fórmulas lácteas.

Las madres del estudio que amamantaron eran de mayor edad, mayor nivel educacional, y de un estrato socio-económico más alto, lo cual puede influenciar la existencia de menos problemas de conducta en sus hijos. Pero incluso después que los investigadores de la Universidad de Oxford, Essex, York y el University College de Londres, ajustaron sus datos para tomar en cuenta esto, aún encontraron que existía un 30% más de riesgo de presentar problemas conductuales en los niños alimentados con fórmulas lácteas.

"Nuestros resultados entregan más evidencia acerca de los beneficios del amamantamiento” dice Maria Quigley de la Universidad de Oxford, investigadora principal del estudio. Agrega que la leche materna tiene grandes cantidades de un tipo especial de ácido graso, factores de crecimiento y hormonas, los cuales en conjunto son importantes para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso.

Además, las madres que amamantan tienden a interactuar más con sus hijos, lo que puede implicar que los bebes aprenden más acerca de las formas socialmente aceptadas de comportarse. Junto con esto, los niños amamantados se enferman menos, lo cual también puede afectar su comportamiento.

Interacción íntima mama-bebé

"Desconocemos si esto es producto de la composición de la leche materna, la relación tan cercana que se desarrolla con la madre en el amamantamiento, o bien si esto es una consecuencia en bebes que fueron amamantados” dice Quigley. "Pero parece ser que el hecho de tener una menor tasa de problemas conductuales en los niños podemos agregarlo a la lista de beneficios de la leche materna”.

El Real Colegio de Matronas (RCM) dio la bienvenida a los descubrimientos, considerándolos dentro de las evidencias de que el amamantamiento es lo mejor para los bebes.

Janet Fyle, del RCM, dijo que las mujeres activas tenían suficiente ayuda y respaldo de las matronas para mantener el amamantamiento.

Pero dijo también que era importante no sobre dimensionar los resultados del estudio.

“No debemos enviar un mensaje negativo a las madres que han fallado, o hacerlas sentir culpables porque ellos alimentan a sus bebés con fórmulas lácteas” dijo Fyle.

Extraído de http://www.bbc.co.uk/news/health-13336986 En [10 de Mayo de2011/08:44]

Enviado por Ann Davenport

Traducido por Lorena del Pilar Mercado López

SEMANA MUNDIAL POR UN PARTO RESPETADO 2011


Cine Documental 11:00 Día de nacimiento de Naoli Vinaver

Sede Mammalia, Parque el Litre



Conversatorio 11:00


Pabla Perez, autora de "Manual Introductorio a la Ginecología Natural"

Vrinda Kishori, Doula


Macarena Rivas Olivares, Matrona


Maria del Pilar Plana, Antropologa


Macarena Mardones, Doula
Sede Mammalia, Parque el Litre





Experiencias 10:00


Ann Davenport, Partera


Marta Ocampo, Matrona


Angelica Orellana y Paula Díaz, Matronas-Obsnatura Maternidad


Morella Contreras Ruvinskis, Doula


Sede Mammalia, Parque el Litre



Manifestación Pública 18:00


Plaza Victoria





La entrada es liberada a todas las actividades!



No te lo pierdas! Participa!

domingo, 1 de mayo de 2011

Las mujeres, el trabajo y el amamantamiento


Las mujeres, el trabajo y el amamantamiento son un tema que ha sido dejado de lado por las controversias involucradas y la dificultad en alcanzar soluciones. Con frecuencia las mujeres sienten presión en dos direcciones, entre la reproducción (embarazo y amamantamiento) y la producción (trabajo, remunerado y no remunerado). Ambos son aspectos importantes en las vidas de las mujeres y no deberían tener que elegir entre ellos. Las mujeres han tenido que lograr integrar estos aspectos de sus vidas con poco apoyo de la sociedad. La protección a la maternidad en el lugar de trabajo es un tipo de apoyo que la sociedad puede proporcionar.

Como una función biológica básica, son las mujeres las que se embarazan. Una mujer se embaraza, da a luz y desde ese momento es madre. El amamantamiento, el siguiente y ultimo paso en el proceso de gestar a un/a hijo/a es distinto del embarazo y el nacimiento, dado que es una función en que las madres pueden elegir continuar amamantando a su bebé, o para acortar, utilizar un sustituto para el amamantamiento. La gran mayoría de mujeres alrededor del mundo si amamanta, pero muchas madres introducen otros alimentos y líquidos prematuramente; dejando el amamantamiento de manera temprana o deciden utilizar sustitutos artificiales en vez de dar pecho- muy frecuentemente porque tienen otro trabajo que hacer (o son mal orientadas por la promoción de las compañías).

MUJERES QUE TRABAJAN

Las mujeres siempre han trabajado, ya sea desde sus hogares o lejos de ellos. Hoy en día en todas partes del mundo aun recolectan, cultivan y preparan comestibles, tejen textiles y cosen ropas, cuidan sus hogares, educan a sus hijos y atienden las necesidades físicas y emocionales de los miembros de la familia. Estas actividades por lo general ocurren fuera de la economía formal y por lo tanto son “invisibles”, no reconocidas o no se toman en cuenta en las economías nacionales.

Pero las mujeres también son parte de la fuerza de trabajo VISIBLE- y lo han sido por siglos. Desde la revolución industrial (1830-1880) en adelante, la cantidad ha aumentado considerablemente al punto en que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ahora se refiere a la “feminización mundial de la fuerza laboral y empleo.” Y más y más mujeres en la fuerza laboral son madres de niños/as pequeños/as. Las mujeres trabajan en la agricultura, la pesca, en los servicios, en la industria y en profesiones, trabajan tanto en los sectores formales como informales, trabajan en sus casas y en las casas de otras personas, en las calles, en los mercados. Algunas logran subir la escala profesional, pero son muchas más las que se encuentran dentro de los trabajos “dominados por la mujer” que reciben menos remuneración y que son menos valorados.

APOYO COLECTIVO PARA LA MATERNIDAD

Las sociedades tradicionales reconocen la necesidad de que las mujeres deben descansar después del parto y ser apoyadas por familiares y vecinos. En muchas culturas las nuevas madres son atendidas por aproximadamente 40 días, durante los cuales ellas atienden en privado sus propias necesidades y las de su recién nacido/a. Este periodo por lo general termina con una celebración en la cual tanto el o la bebé como la madre son presentados a la comunidad en una ceremonia.

A medida que más mujeres han entrado a trabajos remunerados, las formas para entregar apoyo colectivo para mujeres en edad fértil se han introducido en el mundo laboral. En 1919, el mismo año en que se constituyó la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Primera Convención de Protección a la Maternidad de OIT (C3) fue adoptada. Esta reconocía que la maternidad es una responsabilidad social de la sociedad entera y hacia un llamado a la protección de mujeres trabajadoras individuales en su rol como madres. Las mujeres recibieron permisos pagados, atención médica, protección de sus trabajos, así como recesos para amamantar una vez que volvían al trabajo.

La mayoría de los países del mundo hoy en día dan un permiso de maternidad junto con otros beneficios. Ha tomado más de tres décadas, varias decisiones internacionales, muchas resoluciones y estándares para que se reconociera que la maternidad es una “función social” y no una discapacidad para el trabajo, un privilegio por el cual las mujeres trabajadoras no deben ser castigadas de forma individual. Este principio es la base para introducir las medidas de protección, las políticas y la legislación en un gran número de países.

La protección a la maternidad como la plantea la OIT y la mayoría de las leyes nacionales tienen dos objetivos principales:

Resguardar la salud de la madre y el o la bebé. El embarazo, el parto y la lactancia ocasionan una demanda física extra de las madres, por lo tanto un periodo de trabajo antes y después del parto sin pérdida sustancial de ingreso es de gran importancia. Cuando las mujeres son remuneradas en su ausencia, es más fácil que logren tomarse el tiempo para descansar.

Resguardar el trabajo de la madre, asegurándole la posibilidad de tener un ingreso después del parto y por lo tanto poder proveer para ella y su hijo/a.

EL AMAMANTAMIENTO

Al comienzo de los años 50, durante los años en que las mujeres comenzaron a entrar a la fuerza laboral en mayores cantidades y muy poco después del parto, los índices de lactancia bajaron. A mediados de los 70s, en muchos países desarrollados, el índice de lactancia había alcanzado bajísimos niveles. Aquí comenzó la investigación para demostrar la disparidad en los resultados en la salud entre el amamantamiento y la alimentación artificial. A nivel nacional e internacional, la abogacía comenzó para impedir la comercialización de productos de alimentación infantil y para educar mejor y capacitar a los/as trabajadores/as de la salud y promover y apoyar el amamantamiento.

Una razón común para no amamantar es porque una madre vuelve al trabajo. Esto sucede en países industrializados, y cada vez más en otros países también. Incluso cuando una madre comienza a amamantar, su trabajo por lo general interfiere en su oportunidad de continuar amamantando. La mayoría de las madres empleadas que amamantan requieren e una modificación de las condiciones bajo las cuales trabajan para poder alcanzar la recomendación global de la OMS de lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y posteriormente hasta los dos años o más.

Para que la lactancia se establezca bien, creemos que una mujer trabajadora requiere lo siguiente:

Un permiso maternal de al menos 14 semanas después del parto.

También requiere estar financieramente asegurada; su permiso debe ser pagado, y los beneficios deberían ser igual a su salario. Ella necesita saber que puede volver a su trabajo al final de su permiso.

Cuando vuelva al trabajo, una madre necesita un receso remunerado y un lugar adecuado ya sea ahí o cercano al lugar de trabajo para amamantar a su bebé o extraer leche regularmente

También necesita estar libre de acoso o trato discriminatorio por ser una madre que amamanta.

El estándar internacional mínimo de 14 semanas de la OIT, manifestado en la Convención 183, proporciona un buen punto de partida para lograr esas modificaciones bajo el cartel de la protección a la maternidad.

El amamantamiento también se encuentra bajo el título del derecho a la comida y la nutrición, el cual también es apoyado por varios instrumentos internacionales de derechos humanos. Sin duda, el amamantamiento satisface otros derechos humanos importantes, ya que proporciona protección a la salud y cuidado al bebé, así como alimento. Varios docuemenos internacionales señalan el lugar del trabajo como un área en donde las mujeres que amamantan deberían recibir protección. Hacen un llamado a los gobiernos, sindicatos, empleadores, empleados/as y grupos de mujeres para asistir a las mujeres que amamantan en el lugar de trabajo.

Aunque el amamantamiento es finalmente un asunto de elección individual, es sin duda la mejor opción para la mayoría de las madres y sus hijos/as. Sin embargo aún hay personas que piensan que es una tarea agotadora para las mujeres que ya tienen otras responsabilidades. Como defensores del amamantamiento, mantenemos que es el derecho de la mujer el tomar una decisión informada y apoyada acerca de cómo ella amamantará a sus bebés.

El trabajo es una forma de supervivencia pero también una actividad social que es liberadora cuando es valorada, humana, decente y cuando involucra independencia y empoderamiento. Creemos que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres de acceder a una vida confiable y remunerativa y de tener el derecho a un trato y pago igualitario.

Además creemos también que las mujeres en edad fértil tienen derecho a la protección a la maternidad en el trabajo. Las mujeres necesitan condiciones seguras de trabajo para que sus embarazos se desarrollen normalmente y para minimizar el efecto de exposición dañina a niños/as. Los cuerpos de las mujeres necesitan descansar después del parto y durante ese periodo necesitan tomarse tiempo para adaptarse a las necesidades de sus recién nacidos/as. Finalmente durante los vulnerables primeros dos años de la vida de los bebés, las madres necesitan acomodar su trabajo para apoyar y facilitar el amamantamiento y el cuidado del o la bebé.

Extraído del KIT DE LA CAMPAÑA PARA LA PROTECCIÓN DE LA MATERNIDAD (MPC)