domingo, 29 de mayo de 2011

Tiempo en una botella



Por Beth Bailey Barbeau

El tiempo es frecuentemente una “complicación médica” no nombrada y desagradecida, que acosa la mayoría de los nacimientos que actualmente ocurren en instalaciones médicas. Considerando el ritmo vertiginoso de la cultura moderna Norteamericana, quizás no es inesperado que el tema del tiempo está teniendo un nunca antes visto y y cada vez un más peligroso y desastroso efecto en el embarazo, parto y recuperación post-parto.

El tiempo se convirtió primero en un asunto en los embarazos atendidos por personal médico, cuando la fecha de parto es establecida, ecografías al inicio son ahora la autoridad de rutina sobre cuando el bebé debe nacer. Sin importar lo que el sentido personal de la madre dice o la determinación de sus fechas. Esta fecha es críticamente importante, ya que es la base para determinar las expectativas médicas de cuándo el parto debiera ocurrir. Percepciones del periodo de ventana normal de nacimiento, se han visto reducidas desde “2-3 semanas más o menos de la fecha probable de parto” a “fijemos tu inducción si es que no has dado a luz a las 40 (o incluso 39) semanas”. Es muy común actualmente para las madres ser inducidas a lo que se piensa son las 39 o 40 semanas, pero que en realidad son 37-38 semanas de gestación, como se evidencia claramente por el peso del bebe y signos de su desarrollo. Las consecuencias negativas de esta opción a menudo aparecen en el periodo inmediato de post-parto, comúnmente dejando a los padres solos para manejar estos cambios por si mismos, sintiéndose aislados y responsables.

Estos bebes tempranos pueden estar estables al nacer pero deben luchar contra asuntos de insuficiencia para crecer desde las dos semanas de edad. Esto puede conllevar un efecto dominó. Perdiéndose el desarrollo total de las almohadillas de grasa en sus mejillas, lo que lleva a una succión débil y por consecuencia una inhabilidad para sacar la grasa descargada en la última porción de la leche materna. Estos bebes están bien mientras la leche esté ampliamente rebosante basado en las hormonas de la placenta, pero alrededor de las dos semanas de vida el abastecimiento de leche se vuelve dependiente del sistema “abastecimiento-demanda”, el cual requiere que el pecho sea regularmente vaciado de leche. Bebes con una succión débil no son capaces de lograr esto y obtienen insuficiente leche, causando una reducción de la cantidad de leche producida por falta de suficiente estimulación. A menudo, el (la) pediatra sugerirá suplementarlo con fórmulas lácteas contribuyendo a la disminución de la demanda por el abastecimiento de leche. Esta desafiante cascada puede también cargar a la familia con una confusión de pezón para el bebé, confirmando que la madre “no tiene suficiente leche”, desplomando la confianza de la mujer en su rol de madre.

Beth Bailey Barbeau, Matrona tradicional, ha estado enamorada con el nacimiento y los bebes por más de 30 años. Además de fundar Indigo Forest (www.VisitIndigo.com), ella es además docente en el instituto Naturopático de Mt. Pleasant, Michigan, para el programa certificado de compañía integral del Parto. [Nota del editor: Esto es un extracto de un artículo, el cual aparece en Midwifery Today Issue 97, Primavera 2011.] Foto provista por el autor.

Extraído de http://www.midwiferytoday.com/articles/TimeInABottle.asp en [16-05-2011]
Traducido por Lorena del Pilar Mercado López

2 comentarios:

  1. Interesante nota!
    Por suerte mi parto fue bastante bueno (y eso que fui primeriza!).

    Mi hijo nació el día que quiso salir, las contracciones fueron constantes, insistí que sólo me administraran medicación cuando yo la pidiera, cosa que por suerte se respetó.
    El monitoreo jamás mostró estrés en el bebé. Debe ser porque yo estaba absolutamente relajada en un estado mental de calma!
    Además tuve la suerte de poder tener a mi bebé en una clínica donde la sala de perparto es como estar en tu propia habitación y respetan tus decisiones.

    Jamás fuí de la idea de cesáreas o "partos programados". Siempre creí que el cuerpo sabría perfectamente qué hacer y no me equivoqué!

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  2. Muy interesante el texto. Verdad, en realidad el tiempo es una molestia para la mayoría de los obstetras. La mayoria, el más apresurada y falta de respeto a la mujer y el bebé. Gracias por compartir.

    Ana Luisa
    Doula y nutricionista
    http://www.anadoulaenutri.blogspot.com

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